Descripción El 11 Y 12 de febrero en Quesa se celebra una peculiar e interesante fiesta: “La Reserva”, una celebración de más de dos siglos de antigüedad,que distingue a los vecinos de Quesa de otras localidades. Esta fiesta tiene su origenen 1695. Cinco años antes, hubo una epidemia que asoló el pueblo dejando solo una familia con vida, llamada “de los García”. Durante este período, el Santísimo Sacramento, los Vasos Sagrados y los libros parroquiales fueron trasladados a Bicorp, para su custodia. Pasada la peste, el día 14 de febrero de 1695 fueron devueltos a Quesa, celebrándose esa fecha en ese año y posteriores por la familia superviviente. Esta familia daba cobijo y comida para todos los que acudiesen a repoblar el municipio y visitantes. En la actualidad, y para recordar este hecho y las raíces del pueblo, se siguen haciendo calderos de paella para todos los que quieran acudir a comer ese día. Tras un pregón y la misa al Cristo del Sacramento, realizado con el lenguaje de aquella época y ataviados con el traje popular valenciano del s. XVII, los festeros reparten al vecindario el pan bendito junto al plato de paella. Durante todo el fin de semana se realizaran diferentes actos y recreaciones por parte de de Asociaciones y compañias.
Descripción
ResponderEliminarEl 11 Y 12 de febrero en Quesa se celebra una peculiar e interesante fiesta: “La Reserva”, una celebración de más de dos siglos de antigüedad,que distingue a los vecinos de Quesa de otras localidades. Esta fiesta tiene su origenen 1695.
Cinco años antes, hubo una epidemia que asoló el pueblo dejando solo una familia con vida, llamada “de los García”. Durante este período, el Santísimo Sacramento, los Vasos Sagrados y los libros parroquiales fueron trasladados a Bicorp, para su custodia. Pasada la peste, el día 14 de febrero de
1695 fueron devueltos a Quesa, celebrándose esa fecha en ese año y posteriores por la familia superviviente. Esta familia daba cobijo y comida para todos los que acudiesen a repoblar el municipio y visitantes. En la actualidad, y para recordar este hecho y las raíces del pueblo, se siguen haciendo calderos de paella para todos los que quieran acudir a comer ese día. Tras un pregón y la misa al Cristo del Sacramento, realizado con el lenguaje de aquella época y ataviados con el traje popular valenciano del s. XVII, los festeros reparten al vecindario el pan bendito junto al plato de paella.
Durante todo el fin de semana se realizaran diferentes actos y recreaciones por parte de de Asociaciones y compañias.